¿Cuál es la situación actual de los suelos en la región? ¿Impera la necesidad de su conservación? El próximo 7 de julio se celebra el Día de la Conservación del Suelo y la Facultad de Ciencias Agraria de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) realizó una jornada para acercar la problemática a la mesa de discusión de los temas importante del sector agropecuario pero también para contarle a la comunidad en general sobre la importancia de la conservación del suelo. El desafío es visibilizar, un poco más, la problemática del uso del suelo y su externalidad en el territorio.
Sergio Montico, profesor titular de la Cátedra Manejo de Tierras de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR, explicó que el propósito fundamental es «visibilizar las problemáticas asociadas a los usos del suelo incorrectos». Es que la región enfrenta desde hace tiempo «un montón de limitantes vinculadas a la erosión de los suelos, a la acidificación, a la pérdida de nutrientes».
Esta problemática no solo atañe al ámbito académico sino a las políticas públicas, y demanda agilizar acciones para atenderla. Esto implica movilizar a todas las instituciones y organizaciones del sector agropecuario que dependen del suelo para la renta productiva.
Es que si bien conservar el suelo «termina siendo un negocio para el productor y también para los ambientes», cuesta vender el concepto porque sus beneficios “no son tan rápidos” como los que derivan de la aplicación de un insumo como un fertilizante, herbicida e insecticida.
La gestión del suelo es una inversión «de largo aliento» y, para Montico, es importante que el productor vea la «cuestión contable», ya que “no es un negocio la degradación del suelo”.
“El productor debe conocer que perder agua, nutrientes y biodiversidad es un costo importante para su empresa», dijo.
La tendencia en los campos degradados esa a una merma de rendimiento. Por otra parte, si los suelos no logran cosechar agua, esta termina en los caminos, generando dificultades de transitabilidad, de movimiento o de transacciones.
Ordenamiento territorial: el suelo
Es decir que los problemas del suelo trascienden la parcela productiva y se vinculan directamente con el «ordenamiento del territorio». Un concepto que profundizó el ingeniero agrónomo Mario Monti, de la consultora RPM, al vincularlo directamente con la conservación del recurso.
El especialista destacó la creación de la Comisión de Ordenamiento Territorial, como uno de los hitos de la política santafesina en materia de preservación, que tuvo su momento fundacional con la creación de la Comisión Provincial de Suelos en los 80, la sanción de la ley de estímulos fiscales a la conservación durante los 90 y la creación del Observatorio de Suelos en 2017.
Esta herramienta fundamental para el desarrollo de políticas públicas retomó su actividad en 2024. A través de una plataforma digital que podría estar en funcionamiento hacia fin de ese año, el Estado santafesino tendrá mayor capacidad para llevar adelante la certificación y fiscalización de planes de manejo a los que los productores adhieren voluntariamente.
La Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR participa de este observatorio. Con la motosierra a full en el Estado nacional, es en el nivel local la única instancia en la que “se está haciendo esta tarea».
“Hablar de conservación de suelos es hablar de ordenamiento territorial”, señaló Monti, quien describió que la preservación del recurso es crítica en un momento en el que la presión sobre las productoras netas de alimentos, como América latina, crece para atender la creciente demanda alimentaria mundial.
Esto dentro de un contexto de cambio climático, pérdida de biodiversidad, inestabilidad geopolítica, encarecimiento de los insumos y volatilidad de precios. “En el mundo la conservación de suelos está ordenada por políticas públicas”, señaló, en contraste con la desregulación que campea a nivel del gobierno nacional. Y que complejiza una problemática ya atravesada por el desfinanciamiento del sistema de ciencia y tecnología.
El costo de la degradación: los recursos
Para Montico, es crucial cuantificar el problema y ver los costos intangibles. ¿Cuánto vale 1 milímetro de agua? ¿Cuánto vale 1 kg de fósforo o de nitrógeno que se pierde? ¿Cuánto cae el valor del capital suelo cuando se deteriora?
Fernando Martínez repasó la historia de los suelos en el sur de Santa Fe a lo largo de más de un siglo, cuantificando la pérdida de materia orgánica. La reposición de nutrientes extraídos en la explotación agrícola de la región apenas llega al 20%. De modo que la exportación de granos se convierte también en exportación de fósforo y otros elementos de nutrición del suelo. Esto no es gratis. Los campos pierden un 1,5 centímetro de espesor por año y “el 42% de las 13 millones de hectáreas de Santa Fe tiene procesos erosivos manifiestos”, señaló Martínez.
Existen números contundentes que miden el impacto en dinero de la pérdida de muchos metros cúbicos de agua y muchos kilos de nitrógeno y fósforo.
«Uno puede ir a una agroquímica, una cooperativa y pedir nitrógeno, fósforo, un nutriente, cargarlo en un camión y llevarlo al campo pero no puede comprar una tonelada de poros o un poco de infiltración, eso se hace con la gestión”, señaló.
Para Monti, se trata de recuperar la agronomía, aceptando que la salud del suelo es una «actividad de proceso y no de insumo», que se gesta con un «proceso inteligente».