El 30 de junio los derechos de exportación (DEX) volverían al esquema de alícuotas de mediados de enero. En soja, esto implicaría pasar de 26% a 33%, mientras que en maíz de 9,5% a 12%.
Partiendo del precio FOB oficial sobre el que aplican los derechos de exportación, la suba en las alícuotas equivaldría a una merma de USD/Tn 25 en la capacidad de pago del sector fabril y exportador por soja, y de USD/Tn 5 en la capacidad de pago por maíz. La preocupación del mercado se centra en soja dado este posible mayor impacto en precios.
¿Qué puede pasar ahora con las retenciones?
La pregunta que se nos presenta ahora es ¿qué podemos esperar hacia adelante? ¿es posible volver a tener otra baja en DEX?
Es habitual que las ventas de soja aceleren entre abril y junio dada la necesidad del productor de logística, necesidad financiera/de caja, o porque le atraen los precios. Gran parte de estos negocios se pautan para mayo, con mayor o menor flexibilidad, se pueden extender hasta fines de junio.
Veamos que ocurrió esta campaña, el siguiente gráfico muestra el ritmo de ventas a precio como porcentaje de la producción (incluye nuevos negocios con precio y fijaciones).
Como podemos observar, tras alcanzar ventas por menos del 10% de la producción en marzo, la comercialización se aceleró al 33% para fines de junio. De esta forma, pasamos de un bajo nivel de soja con precio en la previa de cosecha, a superar el promedio a fines de junio. Adrede dejamos en el gráfico la evolución del ciclo 2022/23, campaña con diversas versiones del dólar soja en la que también vimos acelerar fuerte las ventas.
Como es habitual, la necesidad logística fue la primera en aparecer, seguida por la necesidad financiera (créditos comerciales o bancarios que pagar, cubrir cheques emitidos, o afrontar alquileres).
Retenciones a la soja y el maíz: antes y después
Podríamos distinguir dos “momentos” diferentes desde el anunció de reducción temporal de los DEX. Inicialmente ganó peso la idea de que una vez reducidas las alícuotas, el gobierno nacional no volvería a subirlas. Inclusive, luego de ser ratificado el 14 de abril en el marco del anuncio del régimen cambiario flexible con bandas, de que el 30 de junio volvería el esquema anterior, las expectativas mayoritariamente continuaron creyendo que no ocurriría.
No fue sino hasta el 20 de mayo, día en que se anunció la extensión en las alícuotas reducidas para trigo y cebada (algo que se efectivizó hoy con el Decreto 439/2025), que la creencia sobre el retorno de los “viejos” DEX y el temor por la posible pérdida de USD/Tn 25 en el precio de la soja, comenzaron a ganar peso.
En el gráfico anterior, vemos como entre abril y finales de junio se vendieron con precio y se fijaron 12,5 Mill. Tn de soja, con volúmenes crecientes de comercialización diaria conforme nos alejamos de la trilla. Las ventas comienzan a acelerarse a fines de abril, con picos de operaciones diarias durante mayo de 300.000 Tn. Recordemos que, para entonces, el sector aún abrigaba la idea de que los DEX no volverían a subir, pudiendo suponer que las ventas estaban principalmente fundamentadas en la necesidad de “espacios” y financieras.
A partir del 20 de mayo identificamos la segunda etapa, recordemos que para entonces la creencia en la vuelta de los “viejos” DEX iba ganando peso. Este cambio en las expectativas, sumado a una mejora del clima y precios que iban dejando atrás los descuentos por cupo, nos llevaron a volúmenes de ventas aún mayores, menor reticencia a las fijaciones y días con picos arriba de las 400.000 Tn.
Los compradores podían declarar negocios con embarques diferidos y aprovechar los DEX reducidos, debiendo ingresar la divisa dentro de los 15 días posteriores a la DJVE. Esta exigencia normativa, permitió la aparición de negocios entrega diferida y pago inmediato en pesos, que aportaron al aumento en el volumen de ventas.
Podemos entonces concluir, que, si bien las ventas se mostraron firmes durante abril y mayo, es evidente la aceleración en la comercialización conforme nos acercamos a fines de junio. El mes concluirá con productores que han logrado cubrir sus necesidades de espacio y financieras, y con fábricas que cubrieron sus necesidades de molienda de corto plazo.