Herramientas para encarar la campaña 2024/25

Los temas claves para entender cuál es la forma de alcanzar la sustentabilidad de los sistemas agropecuarios en miras de la campaña 2024/25 fueron eje de la jornada «Un productor en acción» que organizó la regional Vedia/Alberdi de Aapresid junto a UPA y se llevó a cabo en la sede de la Sociedad Rural de Vedia, en la Provincia de Buenos Aires.

El Ing. Agr. Sebastian Riffel expuso los puntos claves para lograr la eficiencia y viabilidad económica en los planteos ganaderos. Teniendo en cuenta el escenario político-económico actual, y la recuperación del precio de la hacienda, el especialista llamó a intensificar los sistemas, aumentando el capital y el trabajo por unidad de superficie: incrementando la carga animal y la disponibilidad de recursos forrajeros de calidad.

Recalcó además, que esta estrategia, permitiría a los sistemas ganaderos ser económicamente exitosos, dado que “la intensificación traería aparejada una dilución de los costos fijos, una mayor producción de carne y un menor costo por kilogramo producido”, logrando que estos sean más rentables.

El camino al equilibrio de los sistemas productivos
El director académico del programa Sistema Chacras de Aapresid, Ing. Agr. Rodolfo Gil, y el Ing. Agr. Marcelo Arriola, miembro de la Regional Aapresid Pergamino-Colón, hablaron de la importancia de la siembra directa en el equilibrio de los sistemas productivos, para que estos alcancen la sustentabilidad.

Gil expuso que para un sistema sea productivo en el tiempo, debe existir un equilibrio entre lo que se produce (por fotosíntesis), lo que se extrae y lo que se descompone y que, muchas veces, en los sistemas agropecuarios esto no sucede, lo que conduce a la degradación de dichos sistemas.

En este contexto, el suelo es fundamental, no solo como sostén, sino como fuente de almacenamiento de agua. Para que las raíces tengan acceso a la misma, deben poder penetrar en el perfil del suelo. La utilización del agua debe ser rentable para producir granos, y sustentable, para contribuir a la formación de la materia orgánica, manteniendo la productividad de los suelos.

Para alcanzar el equilibrio es clave asemejar los agroecosistemas a los sistemas naturales: mantener los suelos vivos la mayor parte del año, haciendo fotosíntesis contribuye al desarrollo de biomasa, a un aumento en la actividad biológica y en la materia orgánica. Esto contribuye al desarrollo y estabilidad de macro y microporos, y en consecuencia, a la mayor capacidad de almacenaje de agua y aire.

“La siembra directa por sí sola ayuda, pero sin el complemento de la actividad de la fotosíntesis los 365 días del año, no puede por sí sola capturar el potencial de carbono anual”, agregó Arriola.

Para cerrar, Gil, llamó a contribuir a la regeneración de los suelos construyendo una agricultura cada vez más sostenible, basándose en la no remoción de los mismos, en la rotación de cultivos y pasturas, en la utilización de cultivos asociados, en el mantenimiento de corredores biológicos, la implantación de cultivos de servicios y la búsqueda de la integración de actividades, a fin de promover la sinergia entre los procesos productivos naturales y conservar la biodiversidad.

Por el evento también pasaron el Ing. Diego de la Puente, quien analizó el panorama internacional, la situación de los mercados y el impacto del modelo de gobierno actual, y la Dra. María de la Paz Giménez Pecci, quien abordó la situación sanitaria y los daños producidos por el achaparramiento del maíz por Spiroplasma, cuyo vector es la popularmente conocida “chicharrita” (Dalbulus maidis).

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