Post sequía, soja y trigo están ahora para aportar mejores rendimientos

El área sembrada con trigo en la provincia abarcó un total de 629.500 hectáreas, representando un aumento del 11% en comparación con la campaña anterior.

Pablo Fontanini reveló los datos para Campo en Acción y destacó que tal impulso se reflejará en la trilla al cabo del actual ciclo. El experto de la Bolsa de Cereales ponderó que la cosecha de trigo alcanzó, hasta el momento, un avance del 50% respecto al área sembrada, y se estima que el rendimiento promedio provincial se sitúa en 3.400 kilos por hectárea. Este valor indica que la producción podría alcanzar un total 2.140.300 toneladas, lo que representa un incremento del 5% con respecto a la campaña previa, que registró una producción de 2.046.155 toneladas.

En algunos sitios los excesos hídricos ocasionan demoras en las tareas de cosecha y, con el fin de evitar pérdidas en rendimiento y calidad del cereal, se ingresa con la maquinaria lo que provoca la rotura del suelo.

En tanto, dejó saber que también va hacia el crecimiento la cantidad de hectáreas de soja de primera y de segunda en relación a 2022/23. En rigor, dijo que en el ciclo agrícola 2023/24, se proyecta que la extensión total destinada al cultivo de soja alcance la cifra de 1.020.000 hectáreas.

Reportó que la entidad dio cuenta del total de hectáreas destinadas al cultivo de la soja: se asignarán 400.000 hectáreas para la siembra de oleaginosas de primera y 620.000 para las de segunda. Esta estimación reflejaría un incremento del 5% en comparación con el ciclo anterior 2022/23, en el cual la superficie de soja total fue de 969.500 ha.

En las últimas semanas, se registró un avance significativo en las tareas de siembra de soja, alcanzando el 47% para soja de primera y un 9% la de segunda. Sin embargo, diversos factores climáticos han impactado el desarrollo de esta fase del cultivo. En algunos sitios, las abundantes precipitaciones han retrasado las labores de siembra debido a la falta de piso adecuado. Además, se ha observado la necesidad de resiembras en áreas de terreno bajo afectadas por estas condiciones climáticas. Y, por otro lado, el viento imposibilitó realizar a tiempo las aplicaciones necesarias para el barbecho.

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