Fundamentalmente, lo que se observó otra vez, fue lo que ya se plasmó en los últimos informes; el marcado retraso de las etapas de crecimiento de los distintos cultivos, al que se sumó la heterogeneidad e irregularidad de las escasas precipitaciones, por lo que el deterioro creció otra vez, configuró múltiples y dispares escenarios que no se revertirían, por lo que deberían evaluarse y estimarse nuevas pérdidas.
El intervalo comprendido entre el 8 y el 14 de febrero de 2023, comenzó con día soleado, temperatura diaria en ascenso, estabilidad climática, nubosidad en aumento que cambió a mediados o fines del jueves 16 a inestabilidad climática como consecuencia del ingreso de un frente de tormenta de dirección suroeste noreste, con precipitaciones de variadas intensidades y montos. Situación que se revirtió a mediados del viernes 17 a condiciones estables, buen tiempo, marcado descenso de la temperatura, registrándose puntualmente algunas heladas, jornadas soleadas, contexto que se extendió en toda el área de estudio hasta el final del período.
En los departamentos Nueve de Julio, Vera y General Obligado los milímetros caídos alcanzaron valores entre 15 y 50 mm y fue el área más beneficiada.
En el resto del SEA los montos pluviométricos oscilaron entre mínimos de 1 a 5, medios de 10 a 12 y máximos de 20 a 24 mm, muy localizados. Las temperaturas fluctuaron desde mínimas de 04 – 05 a 25 ºC y máximas de 19 a 37 ºC. A algunos cultivares de algodón, después de las últimas precipitaciones se los observó con reacciones favorables en sus distintos estadios de floración y formación de cápsulas.
Trabajos incesantes
Se llevaron a cabo las siguientes labores culturales: monitoreo de los cultivares de girasol, algodón, sorgo granífero, soja temprana, soja tardía y maíz temprano, aplicación de herbicidas para el control de malezas, aplicación de insecticidas para el control de insectos, roturación de suelos, cosecha de girasol y cosecha de maíz temprano.
Para el intervalo comprendido entre el 22 y el 28 de febrero de 2023, los pronósticos prevén desde su comienzo día parcialmente nublado, con el transcurso de las horas se incrementaría la nubosidad llegando a total y altas probabilidades de inestabilidad climática con precipitaciones de variadas intensidades y bajos montos. Situación que se revertiría a fines del jueves 24 a condiciones estables, buen tiempo, jornadas soleadas. Variando nuevamente a inicios del domingo 26 a inestabilidad climática, intervalos nubosos y probabilidades de lluvias dispersas, condición que cambiaría a inicios del lunes 27, con jornadas estables, soleadas, buen tiempo, contexto que se extendería en toda el área de estudio hasta el final del período.
Los cultivos
La alternancia de inestabilidad – estabilidad climática y las precipitaciones puntuales, regularon el normal avance de la cosecha del girasol en toda el área del SEA y prolongaron la finalización del proceso, por lo que en los departamentos del norte santafesino se alcanzó el 100 % del área sembrada, en la región centro el 98 % y en la sur, un 90 %.
No se registraron variaciones de importancia en los rendimientos promedios que continuaron siendo irregulares y bajos, oscilaron entre mínimos de 4 – 6 a 8 qq/ha y máximos de 18 a 20 qq/ha, dadas las características ambientales de estrés hídrico o térmico que atravesaron el ciclo.
El maíz temprano continuó su ciclo bajo las condiciones ambientales enunciadas a tiempo en los distintos informes y llegó a producción de grano comercial. Así en la semana, el proceso de cosecha avanzó lentamente, con magros resultados, muy bajos a bajos, en particular en los departamentos del norte y centro del área de estudio.
El rendimiento promedio en general, alcanzó mínimos entre 5 – 7 – 9 qq/ha, medios de 24 – 26 – 30 qq/ha y máximos de 46 – 48 – 50 qq/ha y algunos maizales llegaron los 60 qq/ha, siempre en lotes puntuales y aislados. El grado de avance logrado hasta la fecha fue del 25 %, con un retraso 10 puntos en comparación a la campaña pasada.
En el área algodonera del SEA, los cultivares de algodón mostraron mejorías, los más beneficiados resultaron los lotes que se encontraban en floración o en inicio de formación de cápsulas. Siempre dependieron fundamentalmente de la fecha de siembra, pero las implantaciones tardías se beneficiaron con las últimas lluvias y también mantuvieron sus variadas condiciones, según su localización geográfica. En general su estado se observó bueno, con algunos lotes muy buenos y otros, de regulares a malos.
El estrés hídrico reguló el crecimiento y la evolución de los cultivares, tanto de las estructuras de las plantas como en el cumplimiento normal de cada etapa fenológica.
Por los escenarios climáticos del período, la soja temprana nuevamente reaccionó favorablemente su estado porque aprovechó cada mm de agua recepcionada. La realidad para dicho cultivo fue muy dispar, se observó un abanico muy grande de combinaciones de varios aspectos, tales como: localización geográfica del predio, fecha de siembra o grupo de madurez, por lo que sus condiciones variaron, en gran proporción en función de los mismos y sus posibles manejos.
Sin embargo, todos los lotes fueron atravesados por la ausencia de precipitaciones, las altas y bajas temperaturas, las fuertes ráfagas de viento de los últimos días, con los consecuentes efectos negativos sobre el desarrollo, la evolución y el estado de los sojales.