La sequía lleva tres años consecutivos y los pronósticos son alentadores sobre un pronto final. A finales de enero, las lluvias reaparecieron, pero no fueron suficientes.
Sin embargo, para revertir las condiciones de estrés hídrico es necesario un periodo de lluvias constante y abundante, es decir el final de la Niña. En este punto, los pronósticos señalaron que la temperatura superficial en el Pacifico Ecuatorial Central tiene una tendencia de enfriamiento..
Por lo que se espera que la Niña finalice y en marzo comience un periodo neutro. “El último índice de su anomalía indica –0.8ºC es decir un muy leve calentamiento respecto de enero, todavía consistente con la continuidad del fenómeno La Niña, aunque con una definida tendencia a la neutralidad plena a partir de marzo”, destacó el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Al mismo tiempo, el documento señaló que independientemente de la presencia del fenómeno negativo La Niña, los forzantes de escala regional, que provocaron lluvias abundantes y bastante generalizadas en enero, no se mantuvieron consistentes en el inicio de febrero.
“Aparecen, pero no logran la continuidad y cobertura necesarias para provocar un cambio definitivo del régimen pluvial. De acuerdo a como fue variando el comportamiento de la dinámica atmosférica a fines del mes anterior es razonable esperar una mejor evolución de las precipitaciones durante la segunda parte de febrero y por consiguiente una recarga de los perfiles”, aclaró el equipo técnico de la BCR.
Por otra parte, durante este mes, el océano Atlántico que, influenciado positivamente por la corriente de Brasil, está presentando una anomalía positiva de su temperatura superficial. “Por el momento esto no se traduce en mejores lluvias para la región pampeana, pero, si esta tendencia se mantiene, las aguas más cálidas alejan la probabilidad de enfriamientos continentales adelantados y sorpresivos”, aclaró el informe.