¿Por qué los productores se vuelcan a la soja de primera?

De acuerdo al último informe del GEA, «en la región núcleo señalan incertidumbre climática, económica y política, y que la soja de primera es elegida por seguridad».

“Los productores ajustados por la seca tienen temor de gastar para sembrar gramíneas”, dicen en Bigand. “Hay una gran incertidumbre económica y política”, dicen en Marcos Juárez. Y también climática, ya que agregan: “se han bajado muchos lotes por falta de agua en trigo. Se sembrará un 35% menos que el año pasado”. “El área de maíz temprano va a depender de la recarga de agua en el perfil del suelo”, dicen en Cañada Rosquín. “Se está planificando la campaña teniendo en cuenta el clima y los costos de los insumos”, dicen en Carlos Pellegrini dónde advierten que el trigo sufrirá “una notable disminución en cantidad y calidad de fertilización”.

Todos se preguntan si con estas condiciones es un año para volver apostar por las gramíneas, o sea invertir en fertilizantes y en híbridos. Los retornos de inversión de cada cultivo resumen muy bien este paradigma, porque las cifras son: 78% para soja de primera, 56% para maíz temprano y 45% para la rotación trigo-soja 2°. ¿Qué quiere decir esto? Que por cada dólar invertido por hectárea el productor de soja gana 0,78 u$s además de haber recuperado todos los costos en los que ha incurrido. Mientras que en maíz temprano y trigo/soja 2° gana aproximadamente cincuenta centavos de dólar por cada dólar invertido al inicio del ciclo.

¿Qué pasó de abril a hoy con los márgenes?

Hay cambios y son muchos. El primero es que para trigo la proyección de rinde para los cálculos se ha ajustado a la baja en función de los pronósticos climáticos y el uso potencial de tecnología. El trigo pasa a considerarse con 37 qq/ha vs los 40 que se proyectaban en abril. (aclaración: para la comparación se ha vuelto a calcular los márgenes trigueros de abril con 37 qq/ha, valor que está por debajo del punto de indiferencia, lo que explica por qué es negativo el valor que aparece para campo propio). El costo medio de los alquileres en región núcleo ha aumentado de 16 qq/ha a 18 qq/ha. El precio de los fertilizantes ha descendido, en particular la urea que pasó de 1.442 u$s/tn a 1.060 u$s/tn. Y el precio a cosecha de los commodities también varió: el maíz descendió un 10%, el trigo se mantuvo y la soja aumento un 3%. Estas alteraciones en las variables han impactado en el cálculo de los márgenes y en consecuencia en su comparación con los del mes de abril. Lo que se observa es una mejora de los márgenes netos (en términos absolutos) de todos los cultivos. La rotación trigo/soja 2° en campo alquilado es el que ha presentado la mayor variación positiva (+258 u$s/ha), mientras que la soja de 2° en campo propio es la que ha experimentado la menor mejora en los márgenes con 23 u$s más por hectárea.

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