El Gobierno reglamentó el dólar soja: cómo funciona la tercera edición

Dada la importancia de la competitividad para el crecimiento y desarrollo de un país, CREA analizó el caso argentino con especial foco en los principales factores que influyen en las actividades agroindustriales locales.

El análisis está basado en el World Competitiveness Rankings (WCR), índice que es elaborado todos los años por el International Institute for Managment Development (IMD), que busca medir la competitividad sistémica.

Los resultados para Argentina y para un grupo de países relevantes en la elaboración de productos agroindustriales, se presentan en el siguiente cuadro donde se muestran algunos de los distintos subíndices en los que se descompone el WCR.

En líneas generales, se puede observar cómo nuestro país obtiene posiciones similares a países de la región, como Brasil, mientras que se ubica lejos de los países desarrollados como Estados Unidos o Canadá. Sin embargo, existen diferencias según el subíndice que se considere.

Desde CREA concluyen que, si bien es cierto que sin un equilibrio macroeconómico es difícil llevar una política de crecimiento y desarrollo, resulta oportuno destacar que se requiere de un equilibrio fiscal que acompañe la situación socioeconómica: “Descuidar este punto ha hecho que se lleven adelante políticas de establecer y quitar retenciones por la coyuntura política o económica”.

Así, no sólo se llevan adelante políticas inoportunas, sino también, se tienen percepciones negativas respecto a la eficiencia gubernamental: “Sin modificaciones en la macroeconomía, se persistirá en una trampa donde el estancamiento productivo incrementa el gasto social. De todas formas, el despegue productivo es una condición necesaria para solucionar los problemas de largo plazo”.

“Tanto los hacedores de políticas como los empresarios/productores deberán trabajar por mejorar todos los aspectos de la competitividad. En ese sentido, una mejora de la infraestructura, en general, y del transporte en particular, que permita reducir sus costos y aumentar márgenes para invertir en sus actividades logrando mejoras productivas y de competitividad respecto de nuestros competidores. Factores necesarios que se complementan con otros como la inversión en educación e investigación aplicadas para incrementar la aplicación de tecnología como la productividad, y que, dada la disminución de rentas por intervenciones gubernamentales, se reduce la posibilidad de reinvertir beneficios agravado por la escasez de crédito”, concluyen.

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