Los agricultores entrerrianos invertirán más de 900 millones de dólares en los principales cultivos

La Bolsa de Cereales de Entre Ríos junto a INTA presentaron un informe sobre la perspectiva para el año 2023 de inversión del sector agrícola de Entre Ríos.

Este reporte es parte de una estrategia de generación de información para la toma de decisiones, dando mayores elementos de juicio, con metodología y una práctica periódica de relevamiento de información, desde la experiencia de ambas instituciones. Para su confección se parte de consolidar la información generada por ambas instituciones, es decir la superficie sembrada de los principales cultivos en la provincia de Entre Ríos en los últimos años y de las estimaciones que realiza la Bolsa de Cereales de Entre Ríos para la campaña actual.

El reporte especial enuncia que la superficie estimada para el ciclo 2023/24 por la Bolsa de Cereales de Entre Ríos y las consultas realizadas a los colaboradores, tuvo como primera proyección una superficie de 2.210.326 ha, área similar al promedio de los últimos cinco años. Los cultivos que se tienen en cuenta para éste análisis son: trigo, maíz, sorgo, soja y arroz.

La estimación de la inversión por cultivo se basa en los costos totales de labores e insumos como una estimación mínima de lo que las empresas agropecuarias podrían invertir inicialmente. No se incluyen los costos de arrendamiento, cosecha y comercialización, ya que este estudio se enfoca en los costos de implantación y cuidado de los cultivos.

Para la presente campaña, según señala el informe, entre los cinco principales cultivos, la provincia de Entre Ríos podría llegar a invertir entre labores e insumos unos U$S 902.200.000. Con respecto a la campaña pasada, el valor de inversión total en dólares prácticamente no presentó importantes variaciones.

De los dos ítems analizados, labores e insumos, el primero se mantuvo relativamente estable, en cambio los costos de los insumos si exhibieron variaciones en su valor. Dentro del ítem insumos, los fertilizantes presentaron una merma significativa en el precio, al contario el costo de la semilla aumento su valor, lo que en conclusión determina que el valor de inversión final en dólares no haya mostrado un cambio sustancial de una campaña a la otra.

Sin embargo, el reporte destaca que se debe tener en cuenta que los costos de producción no solo incluyen labores e insumos, sino también otros factores como los costos de cosecha, transporte, arrendamiento y comercialización, los cuales afectan la decisión de siembra de manera diferencial para cada cultivo y situación del productor o empresa.

La situación financiera y patrimonial de cada empresa, su solvencia, endeudamiento y disponibilidad de financiamiento también influirán en las decisiones de inversión para esta campaña. La falta de ingresos esperados en la campaña anterior ha generado una situación financiera más precaria para muchas empresas, lo que incrementa el riesgo asociado a las decisiones de producción.

En resumen, en esta campaña la decisión de inversión agrícola estará determinada por el análisis de la liquidez de cada empresa, los riesgos asociados al costo del capital, los márgenes brutos de cada cultivo, la relación insumo-producto y la necesidad de obtener información precisa sobre precios de productos e insumos, así como de la situación específica de cada lote. Se requerirá un análisis detallado y cuidadoso de estas variables para tomar decisiones en esta campaña en particular para no aumentar los riesgos financieros.

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